Existen otro tipo de envases, que después de cumplir con su función al empacar el producto, continúan en un ciclo de vida que les permite ser reutilizados. Tetra Pak es una empresa Sueca, encargada de empacar líquidos en envases asépticos de diferentes marcas, que además cuenta con un proceso posterior al consumo para reciclar los empaques utilizados.
Los envases Tetra Pak se componen de 6 capas establecidas para proteger los líquidos con un porcentaje específico de cartón (75%), plástico o polietileno (20%) y aluminio (5%). En el procedimiento, los empaques son expuestos a un estado de aprovechamiento para recuperarlos como materias primas, aptas para desarrollar nuevos productos.
Los envases se introducen en el hidropulper, una gran máquina que reúne los empaques con una dosis de agua, que ayuda a separar las capas de cartón, del aluminio y plástico. Las fibras de papel quedan suspendidas en el agua, apartándolas de los otros compuestos. El siguiente proceso separa el aluminio del plástico a base de pirolisis (descomposición química de materia orgánica), el plástico se solidifica cuando se ausenta el oxígeno y se convierte en energía; mientras que el aluminio se recupera con pureza.
Con la separación de los tres materiales, el cartón se convierte en fibras de celulosa con las que se fabrican tapas de libros, agendas, cuadernos y papel higiénico. Por su parte, con el aluminio y el plástico se producen madera sintética, muebles o tejas para construir casas prefabricadas.
Para que este proceso se lleve a cabo exitosamente, la compañía plantea la contribución del consumidor para lograr la recuperación de los envases: Cuando hayan sido utilizados los empaques, el consumidor debe lavarlos internamente y secarlos para que la humedad no deteriore sus componentes. Posteriormente, debe aplanarlos y entregarlos en puntos de recolección o rutas selectivas de aseo.
No obstante, la sociedad actual no está interesada en adquirir estos hábitos y consideran que después del consumo, lo que resta es botar los empaques. Tampoco existen campañas ambientales que enseñen y motiven al usuario a seleccionar sus desechos, ni a prepararlos para que hagan parte de un proceso de reciclaje.
La propuesta puede ser una alternativa para aprovechar los empaques usados y asegurarlos como insumos de otros materiales, pero es necesaria la participación de la industria (para llevar a cabo el proceso posterior al primer uso) y del consumidor (para entregar el material usado).
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