sábado, 12 de noviembre de 2011

Bioplásticos artificiales.


La nueva era pretende crear empaques que conserven sus características de resistencia e higiene, pero que logren una rápida descomposición. Una de las propuestas que ya es aplicada en gran Bretaña y Estados Unidos es el plástico biodegradable, un material elástico transparente no tóxico, denominado acido poliláctico (PLA), en el cual se involucran plantas y cereales (maíz, papas, trigo) y forman el plástico que logra descomponerse fácilmente.
Este método consiste en fundir el almidón de maíz con agua a altas temperaturas, la humedad genera un vapor que logra expandir la mezcla, que al endurecerse crea este tipo de empaques. Al finalizar el proceso se aplica una capa resistente al agua para garantizarle mayor resistencia a los envases ecológicos.
Cuando ya ha sido utilizado, llega a degradarse por agentes como el viento, el sol y el agua: así como llega a convertirse en un material de sustancias más simples biodegradables que pueden ser consumidas por agentes vivos. En comparación con los plásticos tradicionales con polímeros demasiado compactos, estos sí contienen componentes de fácil descomposición y que pueden ser aprovechados para alimento de los microorganismos.
Las utilidades de este plástico se han visto aplicadas en productos como agua, leche, yogurt, zumos frescos, frutas, verduras, pastas frescas, dulces de chocolates, galletas; pero no son aptos para empacar bebidas carbónicas.

Sin embargo, el maíz que introducen a este procedimiento es transgénico, al cual le es alterada su anatomía innata para que adquiera capacidades de mayor resistencia y logre soportar el contacto con  el herbicidas. El hecho de que el empaque contenga este tipo de maíz, puede llegar a   provocar reacciones inesperadas en el cuerpo, tal como alergias o inmunidad a los antibióticos.
La producción de insumos genéticamente modificados es un mecanismo común entre las grandes transnacionales (Monsanto, Novartis, Du Pont)  que tienen como objetivo principal la generación de más ganancias y mínima inversión. En este caso, podría ser una estrategia comercial que aparentemente esté comprometida con una responsabilidad ambiental al innovar con este sistema de embalaje ecológico, y también una posibilidad viable para reducir los costos de fabricación.

No hay comentarios:

Publicar un comentario